Ansiedad y angustia por la separación entre mamá y bebé . Fin de la exterogestación

¿Es normal que mi bebé sólo quiera estar conmigo y llore con los demás? ¿Cómo hago para volver al trabajo?


Querida mamá, lo que estás viviendo es absolutamente normal, y parte del desarrollo de tu peque. Se conoce por ansiedad por separación a la respuesta emocional en la que el bebé siente angustia al no estar físicamente con quien tiene mayor relación de apego, generalmente su madre. Es un fenómeno natural en el desarrollo infantil, y es temporal, una etapa, que se modifica progresivamente permitiendo al niño desarrollar su capacidad para estar a solas. No sé si te sonará la “Exterogestación”, se da entre los 8 – 14 meses: sufren angustia cuando se separan de su figura de apego, es cuando decimos que nuestros peques quieren estar siempre en brazos, que lloran con cualquier persona que no sea mamá, incluso con personas que antes sí permitía que le tomasen en brazos, etc. A partir de ahí, entre los 15 meses – 3 años: pueden explorar el ambiente manteniendo SIEMPRE el contacto con la figura de apego principal, es decir, estando tú presente. Esto es lo que os está pasando. A partir de los 3 años empieza a relajarse esta situación y a partir de ahí (cada niño a su ritmo) es cuando empiezan a poder quedarse sin su figura de apego aunque en un lugar en el que se sientan seguros.

La presión social por volver al trabajo lo antes posible
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A menudo, estamos en pleno fin de la exterogestación, cuando pensamos (o no tenemos más remedio) separarnos de nuestros bebés para retomar el trabajo, es uno de los momentos más difíciles de la maternidad / paternidad, separarnos de nuestros pequeños. A menudo también es lo que la sociedad espera, y aunque nuestro instinto suele indicarnos que no dejemos a nuestro hijo, que nuestro bebé nos necesita, que olvides todo lo demás y te vuelques en la crianza, nos vemos en la necesidad de tener que dejar a nuestros niños por horas, cada día. Y la presión social aparece, y muchas voces te dicen que debes pensar en “empezar a aprender a separaros para que se acostumbre a estar sin ti”, y esto está totalmente desaconsejado, pues puede agravar la situación, esa ansiedad por separación. Me refiero a cuando te dicen que un mes antes de volver al trabajo, lo dejes todas las tardes donde vaya a quedarse cuando no esté contigo. En realidad es adelantar lo que inevitablemente pasará más adelante, ¿y qué necesidad hay de que ambos paséis por eso? Disfrutad el tiempo que tenéis juntos, ya llegarán los momentos difíciles. Si estás aquí es porque te planteas llevar una crianza respetuosa, una crianza consciente. Y qué difícil es en estos tiempos, muchas veces uno siente que es nadar a contracorriente.

Si no queda más remedio , prepara la separación , hazlo de forma progresiva
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Si puedes quedarte con tu hijo hasta los tres años, no te lo pienses, vívelo, disfrútalo, pasa muy rápido y es lo mejor para los dos, sin duda. Pero si te resulta imposible y no tienes más remedio y tienes que empezar a separarte de él, (ya sea porque lo necesitas económicamente o porque quieres realizarte laboralmente, ambas son igual de válidas), quítate la carga de culpa que parece ir íntimamente ligada a la maternidad. Eres y vas a seguir siendo la mejor mamá para tu hijo. Lo que te recomiendo es que lo hagas de forma muy gradual, siempre tratando de evitar situaciones en los que sus necesidades básicas no estén cubiertas (tiene hambre, sueño, etc). Si vas a llevarle a una escuela infantil, asegúrate que sea una que te dé confianza para irte tranquila y que el rato que estáis separados sea más llevadero también para ti (piensa que este es un cambio de etapa importante para ambos, sea escogido o por necesidad, es indiscutiblemente difícil para nosotras también). Cuando vayas a salir y tengas que dejar al bebé al cuidado de otra persona, anticípate. Explícale desde mucho antes que vas a tener que irte, que va a ser poco tiempo (y que sea muy poco tiempo, puedes empezar por 15 minutos e ir augmentando). Es transcendental que no lo engañes; es mejor que vea que te vas, pero que luego vuelves, aunque llore.

Crea conexión con el niño , alimenta la relación de apego
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No está caprichoso, ni enmadrado, ni nada parecido. Está viviendo una etapa evolutiva absolutamente normal (aunque agotadora, las cosas como son). Los psicólogos y psiquiatras especialistas en el tema, recomiendan enfatizar la necesidad de crear conexión con el niño, alimentar esa relación de apego. No podemos utilizar la lógica adulta con nuestros pequeños, su temor es normal, es una emoción natural, y aunque es muy agotador a veces, no está actuando por fastidiar, ni por salirse con la suya, realmente siente que necesita estar junto a ti. Aunque estés 24 horas al día con él y te parezca exagerado cuando llora, grita, tiene un berrinche o rabieta (que realmente son desbordes emocionales absolutamente naturales) sólo porque vas al baño, él lo pasa mal si te pierde de vista. Es su instinto. Un niño de menos de tres años no es consciente de si está en un apartamento seguro o en medio de la selva, su instinto de supervivencia le dice que tenerte cerca es sobrevivir. Por eso lo hace. Si tienes que separarte de él en alguna circunstancia, mejor que sea después de comer, o después de la siesta, con hambre y sueño llevan muchísimo peor la separación. También es importante irte preparando poco a poco cuando vayas a salir; es decir: no es recomendable estar a la mitad de una actividad con el bebé y sorprenderlo bruscamente para salir corriendo. Antes de que llegue el ese cambio de etapa en el que tendréis que separaros, puedes empezar a despedirte de tu pequeño desde la puerta o la ventana, cada vez que hagas alguna pequeña salida mientras se queda con quien le cuidará cuando no estés. Si lo hacéis habitualmente, el bebé lo admitirá con más facilidad cuando llegue la etapa complicada. Por otro lado, puede funcionar darle un objeto de apego, algo que pueda estar con él o ella cuando tú no puedas, como un juguete, o algo tuyo. En casa puedes jugar a esconderte detrás de alguna puerta y volver a aparecer, le divertirá y puede ayudarle a entender paulatinamente que la separación es temporal, puede ayudarle a comprender poco a poco que vas a volver siempre. Y lo más importante es que cuando regreses después de estar horas sin verte, va a querer recuperar el tiempo perdido. Esto significa que necesitará muchas horas de conexión, de abrazos, de pecho (si sois lactancia materna), de sentir tu cuerpo cerca del suyo. Prepárate para ello, porque puede ser agobiante si vas con otra expectativa (de poder hacer cosas en casa, tener tiempo para desconectar, etc), olvídate del mundo, porque todo puede esperar, y los brazos de tu peque no. Ambos os habréis necesitado todo ese rato separados, y lo necesitaréis. Vayas a estar con tu peque 24 horas o tengas que dejarle durante horas al día, lo más aconsejable es que cuando estéis en esta etapa (me refiero al fin de la exterogestación o etapa de ansiedad o angustia por separación, aunque no os vayáis a separar) no tenga más cambios importantes en la rutina familiar, hablamos de cosas como nueva vivienda, pensar en destetar (especialmente por la noche), o cambiar de persona para cuidarle si es que os tenéis que separar.

Lo más importante es no angustiarse. Es una etapa temporal
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Lo más importante es no angustiarse. Esta etapa es temporal y todos los niños pasan por ella.
¿Pero puedo abrazarle o tomarle en brazos?
Es probable que a tu alrededor haya personas que te digan frases como “no lo abraces porque se acostumbra”, “te está tomando la medida”, “le estás malcriando”, “no quiere que nadie más le tenga en brazos porque está enmadrado y es por tu culpa”. Ninguna de esas afirmaciones es cierta, no, no te está manipulando, no le estás malcriando. Yo te diría que al acompañar a tu peque con amor y cariño le estás “bien-criando”. Cuando te pide brazos es porque los necesita. Tus brazos son conexión, seguridad, confianza, amor, calma, paz, felicidad, familia, cariño. Todo eso eres para él. Abrázalo y acompáñale cuando llore, dile que estás ahí, empatiza con él, recuérdale lo mucho que le quieres. Tu hijo lo pasa mal de verdad cuando no está contigo, ten paciencia con él, compréndele y mucho ánimo para ti, mi querida mamá. Esta etapa de desear estar en tus brazos todo el tiempo pasará, y algún día hasta lo echarás de menos.


Te mando un abrazo gigante desde Plutón.
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mamadepluton

Soy Consultora de crianza, Educadora de Familias en Disciplina Positiva certificada por la Positive Discipline Association de USA (PDA) y por la Asociación Disciplina Positiva España (ADPE), además de Cooperante Internacional por los Derechos Fundamentales de la Infancia.

También soy una madre perfectamente imperfecta y me esfuerzo cada día por estar más cerca de ser la mamá que quiero ser. Acompaño a familias en la crianza, para ayudarles a encontrarse y a vivir la maternidad/paternidad de la forma más feliz posible.

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